¿Te has parado a pensar qué sí depende de ti en su situación laboral actual?

Mi trayectoria profesional de los últimos 20 años ha ido unida al mundo de la empresa. He vivido feliz y estresada a partes iguales, he conocido el tipo de líder que quiero ser y el que no, he trabajado con equipos con los que me embarcaría en miles de aventuras y me he sentido sola rodeada de gente.

Si algo he concluido en todos estos años, es que de nosotros depende gran parte de nuestra motivación, de nuestra satisfacción en el trabajo. La asertividad, el compañerismo, la proactividad, y la responsabilidad, son elementos clave para que nuestro puesto de trabajo se acerque, al menos un poquito, a lo que siempre habíamos visualizado.

No podemos cambiar nuestro organigrama, ni a nuestros clientes, pero sí podemos elegir cómo queremos afrontar nuestro día y cambiar aquello que está en nuestras manos. Quizás nos topemos con un techo de cristal, o quizás decidamos que nuestra labor es crear nuestra propia mesa porque el trabajo, aunque no lo creas, se puede hacer de una manera diferente.

Durante mucho tiempo, nos hemos empeñado en participar en mesas para las que no teníamos invitación, en ser un poco como aquellos que sí tenían silla y menos como sentíamos que debíamos ser. No hemos atendido a los peajes que había que pagar por estar en esa silla.

Hoy te invito a que te centres en qué sí puedes hacer para que tus lunes, sea un poco menos lunes. En que pienses qué tipo de silla quieres ocupar y si no existe, la construyas.