El coaching para equipos de trabajo pone el foco en la visión de conjunto, el propósito compartido y en las relaciones que se establecen entre los diferentes miembros del equipo. Con esa perspectiva, el coach se centra en construir un espacio de confianza donde poder provocar conversaciones sobre las dinámicas observadas dentro del mismo, los patrones que se repiten y los aspectos que se quieran mejorar.
A través del coaching de equipos, trabajaremos cómo el equipo se relaciona y cómo esta relación está afectando a la tarea, manteniendo siempre la mirada en la consecución de los objetivos grupales. El resultado serán equipos orientados al propósito común, más cohesionados, con roles definidos y con la confianza suficiente para expresar sus opiniones, dudas o necesidades al resto de los integrantes.
Tras una primera fase de diagnóstico, el proceso consiste en sesiones de coaching grupal, con la totalidad de los miembros del mismo, donde el coach observará y construirá desde la realidad observada. Así mismo, se podrán realizar sesiones específicas para abordar los temas concretos que el propio equipo crea que necesita trabajar.